viernes, 26 de octubre de 2012

El Concello de O Grove detecta irregularidades en las viviendas de dos concejalas socialistas

Noticia publicada en Faro de Vigo

El alcalde confirma la existencia de sendas investigaciones contra propiedades de María de los Ángeles Domínguez (o familiares) y Emma Torres - Pérez actúa "espoleado" por las acusaciones de José Cacabelos

MANUEL MÉNDEZ - O GROVE El Concello de O Grove ha detectado presuntas irregularidades urbanísticas con las obras ejecutadas en las viviendas de las concejalas socialistas María de los Ángeles Domínguez Fernández y Emma Torres Romay. El exceso de edificación o la carencia de informes de Patrimonio y otros permisos esenciales para ejecutar este tipo de obras centran el grueso de las investigaciones abiertas, las cuales, en caso de confirmarse las irregularidades, y de ser inviable su legalización, incluso pueden propiciar la demolición de todo o parte de lo construido.

Miguel Ángel Pérez García, el alcalde conservador de O Grove, ha confirmado ayer estos extremos, y ha explicado que no era su intención darlos a conocer y que tampoco quiere usarlos "como arma política", de ahí que prefiriera esperar hasta después de las elecciones.

Pero entiende también que "la actitud sin escrúpulos y barriobajera del portavoz socialista José Cacabelos, mintiendo sistemáticamente y acusando a los demás de sus propios errores, no nos deja más camino que éste, para que los ciudadanos sepan que no todos somos iguales y que este individuo trata de tomar el pelo a la sociedad".

En un pronunciamiento que dará mucho de qué hablar durante los próximos meses, y que va a marcar un antes y un después en el presente mandato, Miguel Pérez declara que "ya que Cacabelos quiere que seamos contundentes en asuntos urbanísticos, tengo que decirle que ya está muy avanzado el expediente de la casa de su compañera de filas María de los Ángeles Domínguez Fernández", que en el anterior mandato fue la responsable de Obras y que en las elecciones de 2011 ocupó el número 2 de la candidatura socialista.

En este caso, "la concejala pidió una licencia para arreglar un tejado, cuando tanto ella como Cacabelos estaban en el anterior gobierno, y su jefe de filas y entonces alcalde le concedió los permisos, pero en lugar de reformar la cubierta lo que hizo la concejala fue darle una planta más de altura a su casa".

En esta estructura, situada en la avenida del Teniente Domínguez, "se aprecia claramente un exceso descomunal de volumen, precisamente porque levantó esa planta no autorizada, y ese es el motivo por el que ahora tenemos que ser nosotros los que desarrollemos la labor inspectora".

Tras indicar a Cacabelos que "no puede tener memoria selectiva y acordarse de algunos casos mientras olvida otros asuntos urbanísticos en los que tuvo una participación tan directa", Miguel Pérez, avalado de nuevo por sus socios en el tripartito, declara que "la obra realizada por Ángeles Domínguez se excede una barbaridad en el volumen, pero es que, además, no efectuó los retranqueos necesarios".

Y eso no es todo, ya que "si bien en su momento le dimos un plazo para corregir esos errores y presentar el proyecto de legalización, hemos comprobado que el tiempo sigue pasando y aquí no aparece nada de nada, quizás porque la legalización no sea posible, al menos de momento".

Pero Miguel Pérez destaca que "no es el único caso" que salpica a los socialistas grovenses en estos momentos, y a modo de ejemplo esgrime que "la concejala del PSOE Emma Torres -número 3 de la lista- derribó una vieja edificación en la calle Pablo Iglesias y empezó a construir su nueva vivienda sin contar con el informe de Patrimonio que tanto reclama Cacabelos para otros edificios".

En este sentido, el alcalde explica que la presencia de la capilla de San Antonio en la calle Hospital hace que se vean patrimonialmente afectados o limitados todos los edificios de los alrededores, en una distancia de unos cien metros.

Esto obliga a los promotores de cualquier obra a cumplir una serie de requisitos y, sobre todo, a obtener un informe favorable de Patrimonio. Por este motivo, José Cacabelos declaró en FARO que es necesario paralizar el polémico edificio de la calle Hospital, que ahora se está reformando después de veinte años parado, precisamente porque, a su juicio, carece de informe patrimonial.

Lo que sucede, contraataca Pérez, es que "la vivienda de Emma Torres está en la misma situación y Cacabelos, siendo alcalde, le dio licencia aún sin tener el informe de Patrimonio, por lo que cabe preguntarse si hay ciudadanos de primera y de segunda, o si los concejales del PSOE están por encima de los demás ciudadanos".

Una vez expuestos estos dos casos, Miguel Pérez incide en que los equipos técnicos inspeccionan ambas obras, y cuando se le preguntó por la posibilidad de que se ordenen demoliciones de todo o parte de lo construido responde que todavía es pronto para saber qué va a pasar.

"Pero no cabe duda de que si es necesario ordenar derribos se hará, tal y como establece la ley y como el propio Cacabelos nos exige que hagamos en otros casos", advierte Pérez.

De este modo asume que "no es descabellado pensar en expedientes de demolición", y dicho esto de nuevo se acuerda de Cacabelos. Lo hace para preguntar al socialista "si de paso que voy a pedir el expediente para el edificio de la calle Hospital debo pedir también el de la casa de Emma Torres al quien el exalcalde dio permiso sin cumplir ese requisito".

En relación con esto, destaca que "Cacabelos sí puso problemas a otros vecinos del entorno a los que exigió ese informe de Patrimonio que a su compañera Emma Torres no ha reclamado".

Como puede verse, parte de la polémica gira, directa o indirectamente, en torno al edificio de la calle Hospital. "Pero lo esencial es que esa obra en cuestión tiene licencia -espeta Pérez-; Cacabelos puede decir lo que le dé la gana, pero la licencia existe".

El regidor hace memoria para explicar que "en su momento se paró porque incumplía la licencia, pues hubo una serie de excesos consistentes en vuelos que daban a la fachada principal y que fueron demolidos, al igual que derribaron un almacén que habían construido en la parte posterior, que no aparecía en la licencia y estaba pegado a las paredes de otros vecinos, que denunciaron los hechos".

Abunda en ello para aclarar que "se eliminaron los volúmenes que se excedían en altura y se retranqueó lo necesario respecto a la capilla, es decir, que todos aquellos elementos que motivaron en su día la paralización de la obra fueron corregidos, la construcción se adaptó a la licencia y no hay más que decir, pues incluso los vecinos que habían planteado el interdicto renunciaron al asunto porque vieron que se corrigió la parte que a ellos les afectaba".

Para terminar, Miguel Pérez sostiene que "lo que tiene que hacer Cacabelos es callarse la boca para no seguir mintiendo, aunque también debe hacerse mirar esa enfermiza obsesión que tiene, porque nosotros no somos psicólogos ni siquiatras, y por tanto no podemos aconsejarle ni recetarle nada para ese afán de desprestigiarlo todo que empieza a ser tan preocupante".



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