Noticia publicada na Voz de Galicia
Analizan servicios, política de personal y tasas para corregir la deriva
Tras la toma de posesión, el nuevo gobierno de O Grove se ha tomado su tiempo para echar cuentas. Ayer, el alcalde Miguel Pérez y el concejal de Facenda, Juan Luis Callón, comparecieron ante los medios para informar del resultado de sus cálculos. El cuadro que ambos esbozaron muestra un Concello en la misma situación que la mayoría de los ayuntamientos gallegos: en estado de «asfixia financiera». Se vive, dijo el alcalde, un momento «delicado» pero que se puede agravar «se non se toman medidas».
El gobierno local ya está preparando la receta con la que pretende devolver la salud a las arcas públicas: un plan de austeridad que supondrá reajustar servicios, «facer un diagnóstico do sistema tributario do Concello», e incluso «revisar a política de personal». Con semejante prospecto, el jarabe se presupone amargo y el trago inevitable. A preguntas de la prensa, Pérez esquivó hablar de subida de tasas y recorte de plantilla, aplazando semejantes términos para cuando el gobierno disponga de los estudios que ha encargado tanto sobre la carga fiscal a la que están sometidos los grovenses, como sobre las necesidades de personal del ayuntamiento.
Estas se conocerán y se plasmarán en una Relación de Postos de Traballo (RPT) que encargó ya el gobierno anterior a la Universidade de Vigo y que será «negociada e consensuada» con los trabajadores. Con ellos se sentará también el gobierno local a negociar el convenio colectivo, que se halla prorrogado desde que caducó en 2009.
Callón agradeció ayer a los trabajadores municipales su «excelente disposición» para buscar salidas a la crisis. Y es que la plantilla es consciente de que las arcas están en un atolladero: crecen los gastos y se reducen los ingresos. El edil respaldó esa afirmación con una apabullante cantidad de cifras que confluyen en un dato final: el déficit municipal se sitúa este año en 1.065.000 euros.
45.000 ¤
El incremento del IVA se llevará esa cantidad a mayores de la que se pagaba en 2010.
50.000 ¤
El crédito de 1,5 millones firmado el año pasado supondrá 50.000 euros más de intereses
150.000 ¤
Incremento del gasto motivado por la inflacción.
360.000 ¤
De déficit de liquidez por el desfase entre las previsiones de ingresos por el impuesto de obras y los ingresos reales.
320.000 ¤
De déficit de liquidez por el desfase entre las previsiones de ingresos por el IBI y las cantidades ingresadas.
226.000 ¤
Reducción de la participación en los tributos del Estado por los errores de cálculos.
Los pagos a proveedores se retrasan hasta 9 meses
Hablar de «asfixia financiera» supone hablar de «muchas dificultades para cuadrar con responsabilidad los gastos e ingresos de los presupuestos», pero supone, sobre todo, «serios problemas para pagar a los proveedores», según dijo Callón. El alcalde, Miguel Pérez, ahondó más en esa cuestión, e incluso puso ejemplos concretos: la empresa que limpia los colegios tarda en cobrar entre ocho y nueve meses por los servicios que presta a la Administración local. Y el suyo no es un caso excepcional, señaló Pérez. «Es fácil de imaginar cuál es la postura de un proveedor sabiendo que se va a encontrar con estas condiciones de pago». La postura es la del enfado y la ansiedad, ambos «más que justificados». El alcalde considera que los plazos se tienen que reducir, cuanto antes mejor, a los tres o cuatro meses de espera «como máximo».
Y es que el gobierno grovense considera que en esta coyuntura de crisis «es fundamental que las empresas cobren en un tiempo razonable, por lo que supone en sus economías y, al fin y al cabo, en su supervivencia». Y es que, ahora más que nunca, de las administraciones depende «ayudar a las empresas, y no ayudar a hundirlas, que lamentablemente es lo que hemos estado haciendo hasta ahora», señaló Pérez
Un presupuesto atado por la herencia recibida
Pérez anunció que los presupuestos del 2011 irán de inmediato a pleno. En esas cuentas «apenas se percibirá» la austeridad de la que el ejecutivo quiere hacer bandera. Y eso será así porque se han topado con que el equipo anterior ha dejado prácticamente finiquitado el gasto para este año. Aunque el PSOE aseguró ayer que cuando dejó la alcaldía «só se tiña comprometido o 30% do orzamento». Frente a eso, Juan Luis Callón asegura que «hay 26 partidas sin saldo, y algunas han consumido más gasto del consignado para ellas», como es el caso de las actividades lúdicas de la Festa do Marisco. Además, hay quince partidas en las que ya se ha gastado el 80% del presupuesto previsto. «A capacidade de maniobra deste goberno está moi limitada», concluyó Miguel Ángel Pérez.
El regidor lamentó que desde la oposición se hagan comentarios que dibujan «unha situación boiante», cuando la realidad es bien distinta. Precisamente para marcar distancias con los grupos de la oposición, se ofreció una nueva retahíla de números para comparar la situación heredada por el gobierno Cacabelos y la que ahora se ha encontrado el equipo de Pérez.
El nuevo gobierno se ha encontrado con 126.000 euros menos en saldos de caja y bancos de los recibidos por el tripartito anterior; han heredado una deuda con acreedores de 390.850 euros más que la que dejaron hace cuatro años; la deuda financiera también ha pasado de los 6.658.000 euros que legaron al tripartito progresista, a esa cantidad más «un préstamo de un millón y medio y medio millón más de un leasing». Y las deudas con la Mancomunidad casi se han doblado en los últimos cuatro años: ahora O Grove tiene pendiente el pago de 413.000 euros.
Los pagos a proveedores se retrasan hasta 9 meses
Hablar de «asfixia financiera» supone hablar de «muchas dificultades para cuadrar con responsabilidad los gastos e ingresos de los presupuestos», pero supone, sobre todo, «serios problemas para pagar a los proveedores», según dijo Callón. El alcalde, Miguel Pérez, ahondó más en esa cuestión, e incluso puso ejemplos concretos: la empresa que limpia los colegios tarda en cobrar entre ocho y nueve meses por los servicios que presta a la Administración local. Y el suyo no es un caso excepcional, señaló Pérez. «Es fácil de imaginar cuál es la postura de un proveedor sabiendo que se va a encontrar con estas condiciones de pago». La postura es la del enfado y la ansiedad, ambos «más que justificados». El alcalde considera que los plazos se tienen que reducir, cuanto antes mejor, a los tres o cuatro meses de espera «como máximo».
Y es que el gobierno grovense considera que en esta coyuntura de crisis «es fundamental que las empresas cobren en un tiempo razonable, por lo que supone en sus economías y, al fin y al cabo, en su supervivencia». Y es que, ahora más que nunca, de las administraciones depende «ayudar a las empresas, y no ayudar a hundirlas, que lamentablemente es lo que hemos estado haciendo hasta ahora», señaló Pérez
Un presupuesto atado por la herencia recibida
Pérez anunció que los presupuestos del 2011 irán de inmediato a pleno. En esas cuentas «apenas se percibirá» la austeridad de la que el ejecutivo quiere hacer bandera. Y eso será así porque se han topado con que el equipo anterior ha dejado prácticamente finiquitado el gasto para este año. Aunque el PSOE aseguró ayer que cuando dejó la alcaldía «só se tiña comprometido o 30% do orzamento». Frente a eso, Juan Luis Callón asegura que «hay 26 partidas sin saldo, y algunas han consumido más gasto del consignado para ellas», como es el caso de las actividades lúdicas de la Festa do Marisco. Además, hay quince partidas en las que ya se ha gastado el 80% del presupuesto previsto. «A capacidade de maniobra deste goberno está moi limitada», concluyó Miguel Ángel Pérez.
El regidor lamentó que desde la oposición se hagan comentarios que dibujan «unha situación boiante», cuando la realidad es bien distinta. Precisamente para marcar distancias con los grupos de la oposición, se ofreció una nueva retahíla de números para comparar la situación heredada por el gobierno Cacabelos y la que ahora se ha encontrado el equipo de Pérez.
El nuevo gobierno se ha encontrado con 126.000 euros menos en saldos de caja y bancos de los recibidos por el tripartito anterior; han heredado una deuda con acreedores de 390.850 euros más que la que dejaron hace cuatro años; la deuda financiera también ha pasado de los 6.658.000 euros que legaron al tripartito progresista, a esa cantidad más «un préstamo de un millón y medio y medio millón más de un leasing». Y las deudas con la Mancomunidad casi se han doblado en los últimos cuatro años: ahora O Grove tiene pendiente el pago de 413.000 euros.
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