Nova publicada no Faro de Vigo
Los regidores de Vilagarcía, O Grove y Pontecesures son los únicos que estrenan cargo o vuelven a tenerlo tras estar en la oposición
MANUEL MÉNDEZ - O SALNÉS Tomás Fole y Miguel Pérez, los alcaldes de Vilagarcía y O Grove, respectivamente, fueron felicitados, aplaudidos, y por momentos incluso aclamados, por sus vecinos. Ocurrió en el transcurso de diferentes fiestas y actos públicos desplegados durante el fin de semana, desde que tomaron posesión.
En cierto modo todos los alcaldes de O Salnés y el territorio Ullán son nuevos, pues estrenan mandato. Pero hay tres que sobresalen respecto a los demás, ya que son los únicos que el sábado se hicieron con el cargo tras haber pasado el mandato anterior en la oposición, y de ahí que acaparen más atención que los otros. Se trata de los conservadores Tomás Fole y Miguel Pérez y del nacionalista Manuel Luis Álvarez Angueira, primer edil de Pontecesures.
Entre ellos el más novato de todos es el vilagarciano, que accede por primera vez a este cargo, y en cierto modo a un mundo desconocido. Por el contrario, tanto Pérez como Angueira son "novatos" solo a medias, pues en realidad se trata de dos veteranos que llevan una especie de vidas paralelas, políticamente hablando, y que empleando símiles futbolísticos regresan al campo como titulares de sus equipos para convertirse en capitanes y tirar el penalti decisivo, tras haber permanecido en el banquillo durante una temporada (de cuatro años).
Ambos llegaron a la Alcaldía de sus respectivas localidades en 1999, repitieron título en las elecciones de 2003 y perdieron el bastón de mando en 2007, en los dos Concellos como consecuencia de sendos pactos que los dejaron en la oposición a pesar de que lideraban la lista más votada. Pero el 22-M Pérez y Angueira volvieron a ganar las elecciones, y esta vez se aferraron a las coaliciones para garantizarse las Alcaldías.
Tanto Tomás Fole como Miguel Pérez y Angueira afrontan una nueva etapa de "trabajo y dedicación" que va a estar "claramente marcada por la crisis económica actual".
Sus agendas empiezan a apretarse, y a los tres les costó mucho caminar por las calles de sus municipios durante sus primeras horas como alcaldes, ya que los vecinos los paraban, los abrazaban y los felicitaban sin parar, estuvieran dónde estuvieran. Angueira pasó un fin de semana un tanto más tranquilo, pues no había grandes actos sociales en Pontecesures, pero tanto Pérez como Fole tuvieron que estrenarse "a todo gas", sin tener prácticamente tiempo para adaptarse al cambio total en su situación política y personal.
El vilagarciano, por ejemplo, asistió el sábado a la fiesta de las personas mayores, y ayer fue la gran estrella en la romería celebrada en O Pousadoiro, la de San Antoniño. El conservador se hizo arropar por algunos de sus más estrechos colaboradores y por su familia y amigos para disfrutar de su primera jornada dominical sometido a los rigores de la responsabilidad política que le toca asumir y a su creciente popularidad.
Fole tuvo que multiplicarse para estar con los suyos, para atender a los vecinos que querían hablar con él y para asistir a los diferentes actos desplegados, pues también se dejó ver por una fiesta folclórica celebrada en la zona peatonal de A Baldosa y tenía previsto asistir a otras actividades socioculturales y deportivas también desarrolladas ayer.
En cuanto a Miguel Pérez, empezó el mandato haciendo acto de presencia en una fiesta –el sábado por la noche– en la finca La Atlántida, donde se presentaba una nueva empresa de restauración que va a explotar las formidables condiciones paisajísticas y naturales del afamado espacio. El conservador meco tuvo así su primera intervención pública, mientras que ayer "presidía" la misa solemne y la procesión posterior en las fiestas del Sacramento, en la parroquia de San Vicente.
Estuvo acompañado por otros representantes políticos, entre ellos su número 3, Manuel Ochoa, y su socia de gobierno Aida Filgueira, que el sábado debutaba entablando contacto con la asociación de ayuda a personas con discapacidades de O Salnés, Anduriña.
Para hoy y lo que queda de semana Pérez y Fole tienen una apretada agenda de reuniones y conversaciones a distintos niveles. "Tendremos que encerrarnos en el despacho y empezar a ver cómo están las cosas, y sobre todo la situación contable", esgrime el meco, quien por su experiencia anterior explica que "estos primeros días son de reuniones continuas, de puesta a punto y, en mi caso, también de contacto permanente con mis socios de gobierno".
Los primeros contactos "se centran en los funcionarios y el conjunto de los trabajadores del Concello, a quienes vamos a solicitar colaboración, y al mismo tiempo hay que empezar a escuchar los problemas de los vecinos y colectivos y hay que restablecer y reconducir las relaciones con las demás Administraciones públicas", dicen los nuevos alcaldes.
Miguel Pérez señala además que "lo prioritario es empezar a hablar del centro de día, del pabellón y de la redacción del PXOM, en este caso para conocer la situación real del documento, ya que el anterior alcalde siempre la mantuvo oculta".
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