sábado, 6 de febrero de 2010

El despilfarro del gobierno de Zapatero

Artículo publicado en La Gaceta

El Estado y las regiones gastan 240 millones en 4.381 altos cargos
La Administración General del Estado, dependiente del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, no predica con el ejemplo de la austeridad y supera en número de altos cargos, con 547 puestos, a todas de las comunidades autónomas salvo a País Vasco, que cuenta con 650, herencia del mandato nacionalista. En su conjunto, las 17 administraciones regionales y la central tienen en nómina a 4.381 altos cargos, que suponen un gasto de 240 millones de euros. No obstante, la cifra resulta aún mayor si se tiene en cuenta que en los 82 millones que cuestan los altos cargos de la Administración General del Estado sí se han contabilizado complementos de productividad, gratificaciones y otros conceptos tipo dietas, mientras que en las cantidades de las comunidades autónomas sólo se han computado las retribuciones mínimas.
Estos datos aparecen en un reciente informe elaborado por la Unión Sindical Obrera (USO), a partir de estadísticas propias y datos recogidos en el Boletín Oficial del Estado (BOE), en los autonómicos y en los registros del Ministerio de Política Territorial. Con un desglose por administraciones, el trabajo del sindicato, el último de estas características y que incorpora datos a fecha de abril de 2009, evidencia que el País Vasco es la comunidad con mayor número de altos cargos.
La elevada cantidad, fruto de casi 30 años de gobierno del Partido Nacionalista Vasco (PNV), con una estructura burocrática muy asentada y un buen número de designaciones a dedo, se ha venido reduciendo en los últimos meses con la llegada al poder del socialista Patxi López. El presupuesto destinado a pagar los sueldos de más de 600 altos cargos era difícilmente asumible y más en una situación que exigía una total austeridad. Así, López llegó con un claro compromiso de reducir el número de asesores y puestos de confianza.

Drástica rebaja
Los últimos datos publicados por el Ejecutivo de López apuntaban a que el número de altos cargos se había reducido hasta los 263, eso sí, en su registro no incluía los directivos de empresas públicas, por lo que la cifra podría ascender hasta los 550. La misma línea que López ha seguido Alberto Núñez Feijóo, que fue designado presidente de la Xunta de Galicia a mediados del pasado año, tras el triunfo del PP en las elecciones autonómicas de marzo de 2009. Núñez Feijóo decidió acabar con el despilfarro instaurado durante los años de gobierno del socialista Emilio Pérez Touriño y, al ganar las elecciones, una de las primeras medidas que anunció fue la de reducir casi a la mitad el número de altos cargos de su Ejecutivo.  De este modo en Galicia, se pasó, por ejemplo, de 125 a 64 puestos directivos —delegados provinciales o secretarías generales, entre otro—; de 73 a 61 direcciones generales y de 13 a 10 consellerías, además de suprimir los 51 delegados provinciales de cada consellería
Otras comunidades que en los últimos meses han llevado a cabo una reducción de este tipo de personal son Murcia, Cataluña, Madrid o Andalucía. El Gobierno de esta última región, encabezado por José Antonio Griñán, obligó a los directivos de empresas públicas ha bajarse el sueldo y que sus retribuciones nunca fuesen superiores a las del presidente de la Junta de Andalucía.
El director general de RTVA, Pablo Carrasco, ganaba cada año más de 139.000 euros, 60.000 euros más que el propio Griñán. Así, 95 altos cargos públicos andaluces tuvieron que rebajarse el salario. La medida supuso un ahorro de cerca de un millón de euros, tras el despilfarro de décadas de Manuel Chaves.

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