Noticia publicada en Faro de Vigo
La negociación efectuada por Miguel Pérez y Juan Callón ha sido crucial para "salvar" las arcas municipales
MANUEL MÉNDEZ - O GROVE Un asamblea tildada ya de "histórica" sirvió a la comunidad de propietarios La Toja para tomar una decisión que, aunque esperada, no deja de ser relevante, puesto que marca un antes y un después en las relaciones entre esta entidad y el Concello de O Grove. Es así porque la comunidad que preside Francisco Álvarez Prol, formada por alrededor de 700 socios, condona una deuda que asciende a 110.173,95 euros y que la administración local estaba obligada a pagar por orden judicial.
Tener que abonar ese dinero supondría un serio revés para el Ayuntamiento, sobre todo en los tiempos de crisis que corren, de ahí que los gestores municipales puedan respirar ahora un poco más tranquilos.
Hay que recordar que la Justicia ordenó al Concello el pago de todas las deudas contraídas con la comunidad de propietarios en los últimos años. De este modo, de las arcas municipales tienen que salir para dicha entidad 125.545,93 euros, en concepto de deuda principal por impagos desde hace más de un década.
Ese dinero va a pagarse, y de hecho ya se consignó en el presupuesto municipal del presente ejercicio y ya empezó a liquidarse parte de la deuda.
La negociación
Pero a cambio de este compromiso, adquirido por el gobierno local y alcanzado tras una intensa negociación iniciada hace meses, el Concello se ahorra los 110.173 euros antes citados, que constituyen los intereses generados.
La negociación desarrollada por el concejal de Economía, Juan Luis Callón Cameán, ha sido fundamental en todo ese proceso. Pero más decisiva aún resultó la implicación del alcalde, el conservador Miguel Ángel Pérez García, que ha conseguido reconducir un viejo problema que cada vez asfixiaba más a las arcas municipales.
El regidor se convirtió en el gran protagonista de la asamblea celebrada el viernes en A Toxa, y no solo porque fuera la primera vez que un alcalde acude a este tipo de reuniones de la comunidad de propietarios –a pesar de que el Concello es uno de sus miembros–, sino porque Pérez supo alcanzar un acuerdo que hasta ahora parecía impensable.
En definitiva, que La Toja acepta la propuesta del Concello, en el sentido de que éste abone los 125.545 euros de la deuda principal a cambio de que se le perdonen los 110.173 euros generados en intereses.
A cambio, la administración local se compromete no solo a pagar, sino también a buscar otro tipo de acciones, proyectos o inversiones que puedan desplegarse en la isla meca para contribuir a su potenciación y para colaborar en esta línea con la comunidad de propietarios.
Abastecimiento
Como se explicaba el viernes, cuando en la isla se celebraba la trascendental asamblea de La Toja, el territorio insular está cada vez más cerca del continente y los ciudadanos mecos sienten cada vez más que A Toxa es algo suyo. Y eso va a traducirse en una colaboración mucho más estrecha y efectiva entre el Ayuntamiento y el colectivo que preside Francisco Álvarez Prol.
A modo de ejemplo, la administración local sigue buscando el modo de conectar la red general de abastecimiento con los depósitos de agua que existen en el interior de A Toxa y se nutren directamente por canalizaciones submarinas que llegan desde los bombeos de Ribadumia.
Es una demanda histórica de la comunidad y una aspiración de diferentes gobiernos locales. Pero es, también, un proyecto muy complicado y costoso. Aún así, el ejecutivo tiene muy presente que "A Toxa también es parte de nuestro pueblo", por eso no pierde la esperanza de encontrar financiación y el modo de solventar los problemas técnicos que se plantean para llevar el abastecimiento a la isla.
El alcalde meco quiso destacar y agradecer la colaboración brindada por la comunidad de propietarios, al tiempo que indicó que "O Grove y A Toxa formamos parte de un todo que debemos proteger y potenciar".
22.136 euros por una finca que ya no es urbanizable
En la vía de negociación abierta entre el Concello y la comunidad de propietarios a raíz de la asamblea del viernes, también se propone a La Toja que revise la participación del Ayuntamiento en los gastos de la comunidad, ya que la cuota a pagar por las arcas municipales es de 22.136 euros anuales. Esa aportación se debe a la existencia en la isla de la parcela Z–8, un terreno de unos 8.000 metros cuadrados que pertenece al Ayuntamiento. Para situar al lector cabe indicar que es la parcela de eucaliptos y pinos que se sitúa entrando en la isla, a la derecha del puente, entre éste y el centro de artesanía O Redondo.
Ese terreno fue inicialmente urbanizable, de ahí que la administración local tuviera que pagar una cuota anual a la comunidad de propietarios, como hacen los titulares de cualquier otra parcela edificable. Sin embargo, a raíz de la aplicación de la Ley de Costas y de la Red Natura 2000, la Z–8 dejó de ser edificable, y por tanto el pago de la cuota anual pierde el sentido que tenía inicialmente.
Es por ello que el Concello quiere renegociar su participación de manera dialogada y dejando a la comunidad de propietarios la iniciativa, pero no cabe duda de que a corto o medio plazo el Concello va a dejar de pagar ese dinero por un terreno urbanizable que en realidad ya no lo es.
Una entidad con 635.600 euros de presupuesto
La comunidad de propietarios La Toja es un órgano que se parece a cualquier otra comunidad creada para gestionar una urbanización, un edificio o un bloque de viviendas. La diferencia fundamental es que en este caso el presupuesto anual asciende a nada menos que 635.600 euros, tal y como se aprobó en la asamblea del viernes.
Se trata de un órgano que toma decisiones sobre una isla que está considerada el estandarte del turismo en Galicia y donde se dan cita tanto emblemáticos hoteles como balnearios, un Casino y las segundas residencias de algunas de la principales fortunas del país. Como debe hacer el Concello por la parcela Z–8, los titulares de las viviendas y parcelas deben aportar su cuota anual, para que la comunidad gestione la limpieza, la vigilancia privada y otros muchos servicios.
Apuestan por una nueva etapa de colaboración y diálogo
En la isla de A Toxa hay diferentes comunidades de propietarios distribuidas por zonas o urbanizaciones, pero hay una que las aglutina a todas y se ocupa de la limpieza, seguridad, agua y demás. Es la que preside Francisco Álvarez Prol, cuya directiva negocia con el gobierno local desde hace semanas para llegar a un acuerdo y cobrar la deuda, o al menos parte de ella. El presidente de La Toja se muestra satisfecho por el resultado obtenido en la asamblea del viernes, pues al menos va a garantizar a esta entidad un ingreso de 125.545 euros con el que ya pocos contaban. Algunos de sus cerca de 700 socios no están de acuerdo con condonar la deuda al Concello, pero al final se impuso la cordura y, sobre todo, la voluntad de diálogo. En este sentido, el propio Francisco Álvarez Prol indica que "se abre una nueva etapa en las relaciones entre esta comunidad de propietarios y el Ayuntamiento; y confiamos en que sea fructífera para ambas partes y basada siempre en la colaboración recíproca".
El presidente de la comunidad de propietarios destaca la implicación de Miguel Pérez y Juan Callón, que no dudaron en acudir a la asamblea del viernes para defender la postura del Concello.
"Es la primera vez que un alcalde asiste a nuestras asambleas, y esto también es una muestra de que en la nueva corporación existe una voluntad de diálogo firme que debemos destacar y reconocer", concluye Francisco Álvarez Prol.
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