Nova publicada en La Voz de Galicia
Pérez recuerda que el propio alcalde reconoció en su día que el edificio estaba en situación de «ruina económica»
«Si este era el as que tenía guardado en la manga... pues vaya por Dios». Con esa frase encauzaba ayer Miguel Ángel Pérez, el candidato a la alcaldía de O Grove por el PP, su análisis sobre el anuncio de la existencia de un acuerdo para la compra del cine O Marino realizado por el candidato socialista y actual alcalde, José Antonio Cacabelos, en el transcurso de un mitin. «Nosotros ese anuncio lo enmarcamos dentro de la categoría de señuelos electorales», sentenció el líder popular, quien no dejó de señalar la herida que las palabras de su contrincante han abierto en el gobierno local. «Sus compañeros aún no salen de su asombro ante semejante anuncio», que no duda en calificar como «inconsistente».
La «tomadura de pelo» viene, además, envuelta en todo un muestrario de las «mentiras a las que Cacabelos ya nos tiene acostumbrados». «Los detalles que vamos conociendo sobre esta supuesta operación no tienen sentido ninguno». Y es que O Marino, tras ser fraccionado por sus actuales propietarios, se ha quedado sin buena parte de la fachada principal. «Ha perdido muchas posibilidades, además de valor», sentencia Pérez. A su juicio, los 700.000 euros que el Concello estaría dispuesto a pagar por el inmueble son «un disparate». Dando por buena la valoración que el alcalde maneja del edificio (700.000 euros), Pérez señala que a esa cantidad habría que sumar el coste de reparaciones y rehabilitación. Tras echar las cuentas, al PP le sale que el local se encuentra en una situación de «ruina económica» que fue reconocida y asumida por el propio gobierno local cuando comenzaron los desprendimientos en el edificio. Más aún si, tal y como dice el Partido Popular, esos mismos informes hablan de que la valoración de O Marino está muy lejos de los 700.000 euros de los que ahora habla el alcalde. «En los informes que se hicieron se hablaba de la mitad de esa cantidad: entre 300.000 y 350.000 euros».
Al PP, el anuncio de Cacabelos le parece un despropósito de principio a fin. En su situación actual, dicen, el edificio no está en condiciones de acoger un auditorio. Para esas instalaciones, los populares tienen en mente dos alternativas «viables en el contexto urbanístico en el que nos movemos»: el actual emplazamiento de la casa de cultura y la finca del cura
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