viernes, 23 de abril de 2010

Quieren hacernos olvidar que Cacabelos está imputado en tres delitos

Noticia publicada en Faro de Vigo

MANUEL MÉNDEZ - O GROVE
Miguel Ángel Pérez García, que fue alcalde de O Grove con el PP entre los años 1999 y 2007, sale al paso de las acusaciones vertidas contra él en los últimos días en relación con la construcción del apartotel de Raeiros-Balea; ataques políticos que considera “una cortina de humo para disimular las carencias del gobierno local y tratar de enmascarar el proceso judicial en el que este ejecutivo está inmerso, en el que se imputa al alcalde por los delitos de prevaricación, falsedad en documento público y negociación prohibida a funcionarios”.
Lo que plantea Pérez es que los ataques ahora dirigidos hacia él por el “caso Raeiros” forman parte de la estrategia del tripartito “para que los vecinos se olviden de que el alcalde está en una situación judicial francamente difícil”.
Después de que la Agencia de Protección de la Legalidad Urbanística (APLU) dictara orden de derribo de los 52 chalés, tanto el actual regidor meco, el socialista José Antonio Cacabelos Rico, como su socio de tripartito, el nacionalista Carlos Álvarez, responsabilizaron al PP de buena parte de lo sucedido, supuestamente por no haber dictado orden de caducidad de la licencia.
De este modo se retoma una batalla política y dialéctica vivida con intensidad tras las elecciones de 2007, cuando al día siguiente de la votación, y antes de que se fraguara el pacto de gobierno, la unidad de delitos urbanísticos de la Guardia Civil acudió al consistorio para recabar toda la información sobre el “caso Raeiros”. Ya entonces PSOE y BNG, que aún estaban en la oposición, arremetieron contra el PP y Pérez en términos semejantes a los empleados a lo largo de esta semana.
Es por tal motivo que el conservador dice verse obligado a saltar a la palestra, para declinar cualquier responsabilidad y recordar que la urbanización de Raeiros se sitúa en suelo rústico, y por tanto es competencia de la Xunta, que además es el órgano que en 1992 entregó la licencia para el apartotel.
Lo que ocurre, a juicio del portavoz y presidente local del PP, ahora en la oposición, es que “tanto el alcalde como su primer teniente de alcalde intentan salpicarme a mi para desviar la atención, pero el PP y yo estamos absolutamente tranquilos, pues actuamos correctamente”.

Caducidad de la licencia
Respecto a las acusaciones del BNG, que lo responsabiliza por no haber declarado la caducidad de la licencia, Pérez responde que es algo “que carece de cualquier sustento, pues de lo contrario la Xunta ya hubiera actuado y ella misma, que fue la que dio la licencia, la hubiera revocado”. A Pérez incluso le sorprende el planteamiento de Carlos Álvarez Besada, y dice que se siente “estupefacto”, porque el líder del Bloque “pretende sacar pecho ahora por algo con lo que que quedó en ridículo hace tiempo, pues cuando estaba en la oposición hacía todo tipo de denuncias y exigencias urbanísticas, pero desde que llegó al gobierno y asumió el poder no movió ni un solo dedo”.
En este sentido, Pérez explica que cuando él era alcalde “el BNG me pedía que yo actuara, que cortara el agua de la urbanización de Raeiros, que la dejara sin luz y que la precintara, pero en 2007 los nacionalistas pasaron a ocupar el gobierno local y no hicieron aquello que tanto exigían”. No satisfecho con esto, dice que “Carlos Álvarez también contribuyó en algún momento a decorar estos apartamentos de Raeiros”, en alusión al papel que jugaron el edil y su pareja sentimental de hace unos años, pues parece que la compañera tenía una empresa de decoración que fue contratada para alguno de los chalés.
Tanto el posicionamiento del BNG como el del alcalde, hechos públicos el miércoles y replicados ayer por Pérez –antes de que el tripartito ofreciera su rueda de prensa–, son “nuevas patadas al aire para disimular su ineficacia”.
Y es que, según Pérez, “afirmar a estas alturas que este gobierno actúa siempre en defensa de los intereses generales, tal y como declaró el alcalde, es una auténtica burla, al igual que resulta sonrojante que Cacabelos nos diga a todos que su objetivo es cumplir la ley, porque si así fuera no estaría imputado”.
Desde el PP proponen al máximo mandatario y demás miembros del tripartito meco “que sean más cautos y comedidos para así resultar un poco creíbles”.
En relación a lo dicho por el alcalde sobre la investigación de oficio de las fincas del rural que puedan encontrarse en una situación semejante a la de Raeiros –se refiere a la parcelación de terrenos, prohibida en suelo rústico–, Miguel Pérez replica que Cacabelos “trata de agarrarse a cualquier posible tabla de salvación, pues si lo que dice de que hay muchas fincas ilegales en el rural es cierto, habrá que preguntarle por qué no actuó antes contra ellas y qué hizo en los tres años que lleva de alcalde... Está muy equivocado si piensa que con estos ataques va a minimizar o disipar las acusaciones que pesan sobre él y su gobierno”.

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