Artículo de Mariano Calleja publicado en ABC
MADRID. Cuanto más se reúnen y más rondas de contactos hay, más separados parecen estar el PSOE y el PP con sus recetas contra la crisis económica. Ayer se distanciaron un poquito más, si cabe, en la entrevista que mantuvieron en el Congreso el portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, y la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, al constatar ambos que no hay acuerdo porque no hablan el mismo idioma: el PP pide que no se aplique la subida del IVA y al PSOE sólo parece interesarle sumar votos para sacar adelante la Ley de Economía Sostenible.
Sáenz de Santamaría llegó a la reunión con una moción de medidas concretas para reducir de forma urgente el déficit público. En esta iniciativa, que se debatirá en el Pleno el martes 9 de marzo, el PP propone un acuerdo nacional para acometer las reformas que hagan viables los servicios públicos. Incluye la reducción y racionalización de la estructura del Gobierno y de sus altos cargos, como ya ha pedido tres veces el Congreso, un recorte del gasto público de 10.000 millones de euros en 2010 y la eliminación de la Vicepresidencia Tercera y de los ministerios de Igualdad y Vivienda. La respuesta de Alonso al recibir una copia de la moción fue apartarla con muy poco interés y adelantar que el Grupo Socialista la rechazará en el próximo Pleno, según fuentes populares.
La política fiscal es otra línea roja que separa por completo al PSOE del PP. La portavoz del principal grupo de la oposición propuso a su adversario político que se deje sin efecto la subida de impuestos prevista para el mes de julio, y adelantó que pedirá la comparecencia de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, para que explique en sede parlamentaria los efectos que puede tener el incremento del IVA. «La posición socialista es que el tema impositivo es del Ejecutivo y no se va a acordar en esta mesa ni en la otra», señaló Sáenz de Santamaría después en rueda de prensa. La conclusión del PP es que el Gobierno «habla en etéreo de pactos, pero no tiene interés en que se hable de medidas ni en asumir su obligación, que es gobernar».
Grupos «receptivos»
El portavoz socialista está satisfecho con la ronda que inició la semana pasada, porque ve a los grupos receptivos a los acuerdos, menos el PP, «que tiene reticencias». Dicho esto, criticó la propuesta fiscal de los populares: «Su demanda de bajar impuestos demuestra que no hace números. Conduce al descontrol fiscal». Una vez acabada la primera ronda de contactos parlamentarios, que inició Alonso antes de que Zapatero anunciara la otra ronda de reuniones fuera del Congreso, el portavoz socialista ha decidido parar los encuentros con la oposición hasta que el Gobierno termine sus propias negociaciones.
Alonso se unió a la afición que tiene el presidente del Gobierno por hacer diagnósticos y vaticinios de la crisis: «En el segundo semestre, este país va a empezar a ver el final del túnel», auguró.
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