(PD)-. “Es una ley inconstitucional que viola el más elemental derecho del ser humano, que es la igualdad", aseguran algunos padres que se sienten discriminados por la denominada ley del cheque-bebé.
José Luis Gil, uno de los padres que ha creado la asociación de damnificados por el cheque-bebé, explica que
"Nuestra Constitución reza, en el artículo 14, que todos los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".
José Luis Gil, uno de los padres que ha creado la asociación de damnificados por el cheque-bebé, explica que
"Nuestra Constitución reza, en el artículo 14, que todos los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".
Imagen procedente de www.eleconomista.es
Son ya unos 500 y calculan que cerca de 12.000 familias pueden estar en su misma situación. Su error, como le dijo a José Luis un funcionario de Hacienda, fue haberse casado con una mujer inmigrante con una residencia legal en España inferior a dos años.
Han tenido un bebé, pero no han logrado cobrar los 2.500 euros que anunció a bombo y platillo Rodríguez Zapatero antes de las elecciones, y que presentó como su gran medida para incentivar la natalidad en el país más envejecido de Europa y que, según la Organización Mundial de la Salud, será el más viejo del mundo en 2050.
El problema de esta ley, lo que la convierte en discriminatoria, es, en primer lugar, que sólo puede solicitar ayuda la mujer. "Si se supone que es una ayuda a la familia, ¿por qué discrimina a los hombres?", se preguntan muchos afectados. "Yo soy igual de responsable del pequeño que mi esposa".
"Un español con mujer extranjera, como es mi caso, no tiene derecho a la prestación para su hijo, mientras que una mujer española que está casada con un extranjero o cuyo hijo sea de un padre extranjero con residencia legal o ilegal en España podrá recibir la ayuda; y un homosexual que haya adoptado a un niño y no cumpla con alguno de los requisitos de la ley podrá optar por que sea su pareja quien solicite la ayuda. Pero si el padre es heterosexual, no hay nada que hacer. La única que cuenta a la hora de solicitar la subvención es la madre. Eso es un cheque-mamá. Nosotros exigimos simplemente el mismo trato que reciben las mujeres españolas y los homosexuales que se encuentran en la misma situación que nosotros".
Para colmo, también las mujeres españolas pueden quedarse sin la subvención si, por casualidad, durante sus vacaciones se ponen de parto, por ejemplo, en Portugal. Además, las europeas que lleven más de dos años viviendo en España tampoco cobrarán la ayuda si no pueden demostrar una residencia legal en el país superior a esos dos años.
Y, teniendo en cuenta que el acuerdo de Schengen no obliga a los europeos a solicitar un permiso de residencia en ningún país de la Unión Europea, es difícil que puedan demostrar que llevan aquí más de 24 meses. Ante estas situaciones tan discriminatorias,
José Luis y Marlene, igual que otros muchos padres, tomaron hace ya unos meses la determinación de luchar por los derechos de sus hijos, pero la Administración les está dando la espalda.
Han tenido un bebé, pero no han logrado cobrar los 2.500 euros que anunció a bombo y platillo Rodríguez Zapatero antes de las elecciones, y que presentó como su gran medida para incentivar la natalidad en el país más envejecido de Europa y que, según la Organización Mundial de la Salud, será el más viejo del mundo en 2050.
El problema de esta ley, lo que la convierte en discriminatoria, es, en primer lugar, que sólo puede solicitar ayuda la mujer. "Si se supone que es una ayuda a la familia, ¿por qué discrimina a los hombres?", se preguntan muchos afectados. "Yo soy igual de responsable del pequeño que mi esposa".
"Un español con mujer extranjera, como es mi caso, no tiene derecho a la prestación para su hijo, mientras que una mujer española que está casada con un extranjero o cuyo hijo sea de un padre extranjero con residencia legal o ilegal en España podrá recibir la ayuda; y un homosexual que haya adoptado a un niño y no cumpla con alguno de los requisitos de la ley podrá optar por que sea su pareja quien solicite la ayuda. Pero si el padre es heterosexual, no hay nada que hacer. La única que cuenta a la hora de solicitar la subvención es la madre. Eso es un cheque-mamá. Nosotros exigimos simplemente el mismo trato que reciben las mujeres españolas y los homosexuales que se encuentran en la misma situación que nosotros".
Para colmo, también las mujeres españolas pueden quedarse sin la subvención si, por casualidad, durante sus vacaciones se ponen de parto, por ejemplo, en Portugal. Además, las europeas que lleven más de dos años viviendo en España tampoco cobrarán la ayuda si no pueden demostrar una residencia legal en el país superior a esos dos años.
Y, teniendo en cuenta que el acuerdo de Schengen no obliga a los europeos a solicitar un permiso de residencia en ningún país de la Unión Europea, es difícil que puedan demostrar que llevan aquí más de 24 meses. Ante estas situaciones tan discriminatorias,
José Luis y Marlene, igual que otros muchos padres, tomaron hace ya unos meses la determinación de luchar por los derechos de sus hijos, pero la Administración les está dando la espalda.
1 comentario:
estoy en la misma situacion y mi gustaria de saber se esa ley de modificacion vas a ser aprobada pelo gobierno ol no.pq nuestra familia estar se sentindo totalmente descriminada.....por yo ser una estranjera y mi marido español.y mi hijo y sus direchos donde estam...?????
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