La peor de las herencias que le dejaron a España los catorce años de gobierno del PSOE, más allá del GAL o de los innumerables casos de corrupción, fue ese experimento de origen francés y de contenido socialista llamado LOGSE. Es esta la ley de educación en la que son adoctrinados todos los alumnos no solo de aquella época, dado que desafortunadamente sigue vigente en la nuestra.Esta intervención en las conciencias consiste en eliminar como valores sociales y morales aspectos tales como el esfuerzo, la recompensa al merito o el valor del trabajo y de la dedicación por un nuevo paradigma donde se premia y se impone una especie de igualdad omnipresente (tiene el mismo premio aprobar que no) y en donde se pretende inculcar el gran fundamento de la educación socialista: el relativismo.En donde antes había una clara distinción entre lo bueno y lo malo (si te esfuerzas apruebas y sino suspendes) ahora tenemos un escenario didáctico donde el alumno deserta de sus responsabilidades para entregárselas a la estructura, al colegio, al estado. Es bajo estas circunstancias donde se puede llegar al esperpento de comprobar como niños agredidos tienen que abandonar sus colegios mientras los agresores (y el silencio cómplice de la estructura) siguen en el lugar del delito amparados por las grandes virtudes del sistema, en este caso justificando al agresor en nombre de la integración, eso si, mientras el agredido y su maltrecha autoestima tiene que exsiliarse.Este satánico experimento social en nombre de ley educativa entronca y alimenta uno de los principales mitos de la izquierda:a superioridad moral, que sería la mentira mil veces contada que pretende convencer que mientras la derecha solo produce, la izquierda se dedica a valores superiores de los cuales es propietaria (la igualdad, la justicia, la solidaridad).Con la superioridad moral unido al relativismo de los valores morales propios de esta ley se puede entender el punto clave para comprender a nuestros queridos políticos de izquierdas, lo que se dice y lo que se hace pueden estar a gran distancia, pero eso si nosotros (la tribu de izquierda) estamos absueltos porque tenemos el monopolio de las buenas intenciones, y en todo caso por si las cosas se complican, ya sabe usted aquel soniquete de: “depende, todo es relativo, depende como lo mires”. Viene toda esta introducción a modo de consuelo para poder explicarnos la conducta de nuestra vecina izquierda política en temas tan cruciales como el PXOM o el Parque Central de A Toxa.Como guardianes de las grandes virtudes la izquierda viene enarbolando el urbanismo ordenado ante la infame especulación de esos “derechos os insaciables” (palabras) sin embargo, en los dos casos de intento de a-probación de un plan urbanístico en nuestro O Grove fue el PSOE en la primera corporación democrática quien lo boicoteo mientras que en la actualidad lo utiliza para incendiar la tranquilidad de muchos vecinos vilmente engañados por estos guardianes de sus intereses individuales (hechos), para escapar corriendo con la catadura moral de algunos de estos preocupados por el bien particular de todos nosotros, mientras que nuestro querido BNG hizo pleno en su hipócrita superioridad moral: paso de ser adalid de algo definitivo para la riqueza y bienestar de O Grove, a y casi al mismo tiempo intentar agarrar la pancarta en primera fila contra lo que ellos mismo estaban ayudando a construir (hechos).El Monte Central paso a ser de titularidad pública con un reglamento de usos retrógrado a-probado bajo el primer gobierno municipal capitaneado por el PCE. Durante años fue un tema guardado en el cajón hasta que el último gobierno municipal del PSOE quiso facilitar la ampliación a 18 hoyos. Con la llegada del PP al gobierno municipal sur-ge en la izquierda de manera unánime el sentimiento de rechazo a dicha ampliación (ya se sabe, la derecha especulando) para convertirse bajo el mandato de un alcalde de derechas en un espacio de titularidad pública. Como siempre esa distancia entre pala-bras y hechos en la que se sienten tan cómodos.Ya sabe usted, si no quiere que haya coherencia entre lo que dice y lo que hace, si quiere comprarse una etiqueta de bueno, justo, solidario y generoso de manera gratuita no tiene más que declararse de izquierdas, que ya vendrá el gobierno central con una ley educativa cuya máxima es “depende” a legitimarlo. Su único problema, señor de izquierdas, es que no vaya a ser que uno de esos niños golpeados en los colegios tenga que escaparse cual exiliado interior a otro centro, sea hijo suyo.
¡Que infamia!
REVEL
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